Emiliano Zapata 1919 - 2019:
La muerte del hombre que hizo nacer una idea


Un hombre, una idea, muchos ecos

José Mariano Leyva
 

La revolución campesina de Emiliano Zapata y el agrarismo constitucionalista

Anna Ribera Carbó
 

El Ejército Libertador del Sur: Motivos de incorporación

Laura Espejel López
 

Las diferentes conmemoraciones de Emiliano Zapata

Salvador Rueda Smithers
 

Mujeres, zapatismo y revolución

Selección de textos por José Mariano Leyva
 

La muerte de Zapata vista por el Ejército Libertador del Sur

Edgar Sáenz
 

Voces... Sonidos... Zapatistas

Ruth Arboleyda
 

Bibliografía

 

Fuentes documentales

 

Créditos

 
 

Voces... Sonidos... Zapatistas

Ruth Arboleyda


Voces ancianas, algunas todavía enérgicas, otras cansadas.
Voces de ancianos y ancianas que, durante la revolución, eran jóvenes, muy jóvenes.
Sonidos de su entorno, ruidos domésticos, llantos de niños, las voces de los entrevistadores
Voces y sonidos, preguntas y respuestas, narraciones de vivencias anidadas en las memorias de gente que vivió esos años, gente que conoció a Emiliano Zapata, que luchó con él, que creyó en él, que lloró su muerte.
 
 

Memoria que pudo ser transformada en testimonio gracias al esfuerzo de un puñado de investigadores que, hace mucho tiempo, entre 40 y 50 años, allá por la década de 1970, valoraron la importancia de las voces de la gente común, del soldado de a pie, de las mujeres que vivieron la angustia de los pueblos arrasados, de tener que huir al monte y mantener allá, juidos, la unidad doméstica. Así, lograron conservar 157 testimonios, resguardados en la Biblioteca Manuel Orozco y Berra de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, ahora ya disponibles en línea.

En aquellos años, las voces de la gente común, de la gente de a pie, de los soldados, de las mujeres, apenas empezaban a ser objeto de atención del mundo académico, que había aprendido la historia de la revolución a partir de caudillos y jefes, batallas, ideólogos y planes políticos.

Alicia Olivera Sedano y Eugenia Meyer fueron las investigadoras que le dieron cuerpo a este proyecto, ampliando y superando algunos esfuerzos previos. Alicia Olivera se encargó de la zona centro-sur, de la rebeldía zapatista y sus actores. En estos testimonios, escuchamos su voz, y también la de los investigadores jóvenes que se sumaron a este novedoso esfuerzo. En las grabaciones que aquí se presentan están las voces de Laura Espejel López, Carlos Barreto Mark y Citlali Marino, pero también recogieron estos recuerdos Salvador Rueda Smithers y otros. Algunos de ellos hicieron del conocimiento de esta historia, de estas historias, del reconocimiento de su valor y de su potencial, un proyecto de largo plazo para sus vidas profesionales, produciendo nuevas perspectivas y enfoques sobre la rebeldía llamada zapatista, por la fuerte figura de su principal dirigente: Emiliano Zapata Salazar.

 
Porque en ellas encontramos muchos aspectos de la lucha que habían pasado desapercibidos antes: la cohesión pueblerina de sus participantes, las nociones de justicia, los detalles de las dificultades del abasto para los insurrectos y las peculiaridades de la organización de un ejército campesino. La visión de estos combatientes sobre la revolución, sus dirigentes y las otras facciones revolucionarias, su juicio lapidario sobre muchos grandes actores del movimiento armado.

En sus testimonios hay mucho sobre la persona del caudillo, sobre cómo estos testigos veían a su dirigente: el justiciero, el padre, el hombre que era “muy buena gente”, que “no era déspota”. El hombre que era “muy atractivo”, “muy decente”. Aunque también vemos al mujeriego, incluso llegamos a conocer la visión que de él tenía la mujer que lo conoció cuando era “pacífico” y le vendía pulque a las puertas de su casa.

Destaca mucho en las narraciones el trato llano, cercano, la justicia inmediata, la posibilidad de llevarle directamente peticiones y reclamos.

Gracias a este trabajo, que los investigadores hicieron llevando una enorme grabadora “portátil”, buscando en asociaciones de veteranos listas de participantes que a su vez dieron nuevas referencias, tocando puertas, generando confianza, recorriendo pueblos y ciudades, es que se ha podido enriquecer, en los últimos 40 años de quehacer historiográfico, la comprensión y percepción de una lucha campesina cuyos reclamos, en palabras de Salvador Rueda, modificaron el discurso político del siglo XX mexicano, todo debido a unos campesinos que lo único que querían era “un pedacito de felicidad”.