Emiliano Zapata 1919 - 2019:
La muerte del hombre que hizo nacer una idea


Un hombre, una idea, muchos ecos

José Mariano Leyva
 

La revolución campesina de Emiliano Zapata y el agrarismo constitucionalista

Anna Ribera Carbó
 

El Ejército Libertador del Sur: Motivos de incorporación

Laura Espejel López
 

Las diferentes conmemoraciones de Emiliano Zapata

Salvador Rueda Smithers
 

Mujeres, zapatismo y revolución

Selección de textos por José Mariano Leyva
 

La muerte de Zapata vista por el Ejército Libertador del Sur

Edgar Sáenz
 

Voces... Sonidos... Zapatistas

Ruth Arboleyda
 

Bibliografía

 

Fuentes documentales

 

Créditos

 
 


El Ejército Libertador del Sur: Motivos de incorporación

Laura Espejel López


El levantamiento que encabezó el general Emiliano Zapata Salazar, a través del Ejército Libertador del Sur en Morelos, Guerrero, Puebla, Estado de México y el sur del Distrito Federal, fue el movimiento campesino más radical en la Revolución Mexicana. Le dieron contenido social el Plan de Ayala de 1911 y el Programa Político que construyeron en los años de 1914-15. El objetivo principal de la revolución zapatista fue la defensa de la tierra, los bosques, el agua, así como la dignidad de las personas. El zapatismo simbolizaba la lucha agraria.
 
 
Escuchamos a través de las historias personales de los veteranos zapatistas a las generaciones que participaron en la guerra, y en esta exposición también quisimos ocuparnos de la generación de los niños y adolescentes en la que, por su corta edad, de doce a diecisiete años, expresaron otras razones al incorporarse al ejército zapatista. Motivos que nos hablan de necesidades inmediatas, causas humanas y profundas donde el individuo, la familia, las relaciones de autoridad-poder, libertad- agravios se manifestaron en los movimientos sociales.
 
 
En la mayoría encontramos una necesidad de cambio ante la opresión simbolizada por el gobierno de Porfirio Díaz, a través de la fuerza pública: prefectos políticos, jefes de las fuerzas rurales; los capataces de haciendas. Tomemos algunos ejemplos de estas emotivas y expresivas vivencias:

“Jóvenes sin libertad”
Estábamos ya aburridos, ¡aburridos de veras!, jóvenes ya sin libertad de nada, no gozábamos lo que es nada, nada, nada; entonces empecé a ver a otros muchachos nos juntamos quince, quince; entonces dice, dice: “bueno, ¿entons qué dicen?, ¿nos vamos o seguimos trabajando o seguimos sufriendo?”, “ah... pues vamos a, a ver qué Dios dice”, “pos vamos” y que nos dispusimos a ir.

General brigadier José Contreras, Tepetlixpa, Estado México

Entrevista realizada por Yolanda Alemán y Laura Espejel, el día 24 de mayo de 1975, en Tepetlixpa, Estado de México. PHO-Z/1/103
https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

“Te quedas cuidando a la familia”

Para proteger a la familia en este caso el soldado Plácido Amacende Pérez, quien tenía 19 años, prefirió que su padre se quedara al cuidado de la familia y él en la plenitud de su juventud incorporarse y cumplir el compromiso revolucionario:

Entonces ya pensaba él ir, mi padre, dice: “hay te quedas cuidando la familia” Le digo: “en tal caso mejor yo voy, porque yo estoy en mi apogeo, yo estoy deberas ’orita en mi apogeo, y si me muero toy bien muerto, pero usté no, usté mejor cuídese”. Y mejor, yo pues cumplí el compromiso. Mejor yo me jui con Juan Alatorre.

Soldado Plácido Amacende Pérez, Tepalcingo, Morelos

Entrevista realizada por Laura Espejel, el día 2 de marzo de 1974, en Tepalcingo, Morelos. PHO-Z/1/30 https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

Por no perder bienes familiares: el ganado o un caballo

La experiencia del teniente Juan Arellano, así como la del capitán primero de caballería Severiano Castillo narran su incorporación al maderismo y al zapatismo para obtener un documento que les permitiera defender sus vacas, su familia y a su pueblo. Así narra también el coronel Jesús Ahedo, su ingreso con el jefe zapatista que conocía y cómo llegó a recuperar su caballo.

Sabe usted por qué mi papá tenía su ganado, y una vez que jue a pasearlo en el monte y se los quitaron, y yo dije: “Para que aquí a mañana lo pueden pegar a mi padre...”. Entonces me levanté en armas, me jui para, con los maderistas y entonces ahí pedí el salvoconducto y se lo vine a dar en Boca del Monte a mi padre para que, para que no lo molestaran. Así es que cuando llegaba la compañía de nosotros, luego decía: “A ver, un borrego”. Mi papá lo sacaba su, su salvoconducto y lo enseñaba, dicen: “Pus no, no hay que hacerle nada porque es, su hijo está, está con nosotros.

Teniente de caballería Juan Arellano Aguilar, Milpa Alta, D.F.

Entrevista realizada por Alicia Olivera de Bonfil, el día 7 de agosto de 1973, en Milpa Alta, D.F. PHO-Z/1/7 https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 
 
 

Estábamos cuidando los animales cuando llegaron esos hombres y, y queriendo recogernos los animales, queriendo recogerlos y yo no quise; yo era el más grande de los pastores, que éramos cuatro pastores ahí, pues estaban chicos. Entonces los demás comenzaron a llorar y yo me quedé así. Enton’s vino un coronel Antonio Rangel ahí, entonces me dijo él: “A ver, esa vaca que está ahí me gusta”, le digo: “Bueno, ¿y por qué la va usted a llevar?”. ¡Y la mejor vaca! “¿Y por qué la va usted a llevar?”. “Pus que no, esta es la orden que traigo”. Le digo: “No, no, no la lleva usted a mi vaca, es preferible que usted me lleve y no mi vaca”. Dice: “¿de veras eres machito?”, le digo: “Sí, como no, sí”. Enton’s llega mi papá, dice: “¡Ay hijo, ya se van a llevar las vacas!”. Le digo: “¿Quién?”, dice: “Los zapatistas, ya llegaron”. Le digo: “No, no se las van a llevar”… Después fue mi coronel, después me dijo él, dice, este: “¿De veras eres hombre?”. “Pues sí, soy hombre, ni modo que…”, dice: “Bueno, enton’s te espero, ¿a dónde te espero?”, le digo: “Pus lo que no quiero que moleste a mi pueblo, es lo único”.

Capitán primero de caballería Severiano Castillo Moreno, Santa Cruz
Acalpixca, Xochimilco, D.F.

Entrevista, realizada por Alicia Olivera de Bonfil, el día 28 de julio de 1973, en Santa Cruz Acalpixca, Xochimilco, D.F. PHO-Z/1/5
https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

“Recojo mi caballo y yo me voy con ustedes”.

Conociendo yo a Lucio Moreno y a Bernabé Labastida que comerciaban con leña, que llevaban a la casa de mi padre para el horno, que hacían pan, me acerqué a ellos. Ya don Lucio me conoció y me preguntó […] qué hacía allí en Tlayacapa. Le contesté que le, yo iba a vender mi carne, nada más que lo quería, quería yo hablar con él porque se habían llevado mi caballo: “Uno, uno de los, de sus soldados de usted, este, don Lucio. Y yo quiero que, que usted me acepte que yo me vaya con usted”. Recojo mi caballo y yo me voy con ustedes.

Coronel Jesús L. Ahedo Gutiérrez, Ciudad de México

Entrevista realizada por Laura Espejel, el día 17 de noviembre de 1974, en la Ciudad de México. PHO-Z/1/86 https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

“Vámonos… ya ves cómo te pega tu padrino”

Hasta llegar al lugar más íntimo la familia, al verse el adolescente Félix Vázquez Jiménez maltratado por su padrino huye de la casa para ir con sus amigos para incorporarse

Pus vea usté, estuve con mi padrino, me maltrataban mucho, de allí hubo unos amigos —ora sí que desde chamaco, tiene uno amigos ¿no?—: “Pus que vámonos pa´ Tierra Caliente, vámonos, qué estás haciendo aquí, ya ves cómo te pega tu padrino, que por allá vamos a estar bien, vamos a ir a trabajar y ganas dinero y nomás para ti”. Bueno, pus me animaron, ¿no? De todos los que me animaron el único que me quedé fui yo, ellos se vinieron porque a mí me, me espantaban los que iban de aquí para allá, me espantaron que cuando viniera yo, mi padrino me iba a dar un, me iba a pegar […] Entonces yo ya me di de alta con un señor que se llamaba don Daniel Mancilla, era yo chamaco, porque no había generales, nomás puros, les nombraban puros cabecillas.

Mayor de caballería Félix Vázquez Jiménez, San Juan Ixtayopan, Tláhuac, D.F.

Entrevista realizada por Laura Espejel, el día 10 de agosto de 1973, en San Juan Ixtayopan, Tláhuac, D.F. PHO-Z/1/9 https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 
 
 

La historia del soldado Miguel Parra de San Antonio Tlatenco también habla de maltrato familiar: decide incorporarse con el general Rafael Espinoza, por los golpes que le dio su padre al perder el dinero de la venta de pulque:

Bueno, que perdí, este, la lana, los uno cincuenta lo perdí, como pos ora ya […] ora nomás calzoncito de, de manta allí; a mano de coser, no había máquina, nomás la pura punta de hilvana, hilvana. Bueno, y entonces mi camisita pos… donde jui —con perdón de usted—, jui al escusado y ahí me senté, no me fijé, nomás metí los centavos aquí y ya, no le di ajuera y sí, se, se chispó las faldas y no me acordé del dinero [tose]. Bueno, pues eso. Ora llegué en la tarde, pos que pulque traigo, pues ya no me atendió, pus no hay con qué comprar. Pu’s ni modo. Me dio una chinga mi papá, lo que nunca me pegaba, porque era yo el consentido, nunca me pegaba. Y entonces decía yo: “Carambas mejor me ’biera, me voy a desbarrancar, me voy a desbarrancar, po’s qué carambas” […] Después, como ya llegó el general Rafael Espinosa y un, mi primo, le tocó decir: “El tlacualero va a dejar las tortillas allá en el Iztaccihuatl”, ahí en el monte, en los campamentos, donde tiene un campamento Rafael [tose]. Y que ya le digo: “Po’s yo me voy, yo me voy, ya estoy decidido que mejor me voy”.

Soldado Miguel Parra Rosales, San Antonio Tlatenco, Puebla

Entrevista realizada por Salvador Rueda y Citlali Marino, el día 27 de abril de 1974, en San Antonio Tlatenco, Puebla. PHO-Z/1/37
https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

Otra situación que orilló a los muchachos a unirse al levantamiento zapatista fue la pobreza de los padres que abandonaban a los hijos y los dejaban a cargo de familiares, o bien porque morían los padres y los hijos eran criados por familiares.

“Quiere el general Chon que por favor nos conduzcas…”

… yo cuidaba el rancho solito, me dejaban allá, [los tíos] pos mucha, mucha vileza puedo decir, ¿verdad?, hoy que ya soy grande. Yo no tendría valor de dejar a un chamaco en el campo mayormente como entonces, le digo que había tanto animal, todavía animales feroces, las montañas eran gruesas. Entonces, como yo me quedaba solititito, pues ni a quién, ni con quién platicar. La primer vez que oí el tropel de bestias ¡sentí bonito!, porque de veras, sentí pues precioso, me alegré. Y ya llegaron a la casita y me tocaron, me hablaron, este, y contesté. “¿Qué —dice—, qué estás haciendo, muchacho?” Digo: “’Toy cuidando”. “Está bien. Queremos, este, quiere el general Chon [Encarnación Díaz] que por favor nos conduzcas al cerro, este, más espeso que haiga por acá, donde puédamos dormir tranquilos”. Yo, por la alegría de la visita y de verme solo, pues me levanté corriendo, me arreglé, y como conocía yo todas las veredas, como arriábamos el ganado, desde a las cuatro de la mañana ya andábamos arriando, pues conocíamos todos los lugares. Y que me, que me los llevo a un cerro grandote, allá fueron a dormir.

Soldado Joaquín Bello Rodríguez, Chilpancingo, Guerrero

Entrevista realizada por Citlali Marino, el día 26 de mayo de 1974, en Chilpancingo, Guerrero. PHO-Z/1/46 https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

Muchachos huérfanos, la desolación de pérdida de la madre o el padre o de ambos, la soledad los llevaba a encontrar en el grupo de rebeldes zapatistas protección y cobijo que les daba el sentirse acompañados. La orfandad en que se encontraba el soldado Luis Ramos Juárez y el desprecio de su tía lo orillaron a incorporarse a la revolución zapatista, ahí encontró su hogar.

Porque pues soy huérfano de papá y mamá y no tuve con quién alojarme, por eso me jui a la Revolución, de ái, pues ya le digo, vino el general Rafail Espinoza, zapatista; y vino, este, supo Fernando Remes, ese los quería bajar… ái murió Fernando Remes, aquí en el monte, y no bajó a los zapatistas.

Sargento primero de infantería Luis Ramos Juárez, San Antonio Tlatenco, Puebla

Entrevista realizada por Citlali Marino y Salvador Rueda, el día 27 de abril de 1974, en San Antonio Tlatenco, Puebla. PHO-Z/1/38
https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 
 

La leva

Los pueblos zapatistas fueron arrasados e incendiados por Victoriano Huerta y los generales Juvencio Robles y Luis G. Cartón. Los campesinos del centro del país de diferentes edades se incorporaron ante la amenaza de la leva, sistema de reclutamiento forzoso de los hombres en el Ejército Federal, que eran llevados a los campos agrícolas de Yucatán y de Valle Nacional en Oaxaca, o para combatir en el norte del país. Esta situación de agravio a la población pacífica aumentó el número de jóvenes y hombres en el Ejército Libertador del Sur. Como nos narran el capitán Gregorio García, el coronel Carmen Aldana y el teniente coronel Leopoldo Alquicira Fuentes:

 

Estaba [Victoriano] Huerta, agarraban de veinticinco y estábamos apuntados y por eso de mejor a que nos lleven a la leva, mejor nos fuimos pa arriba con la Revolución, mmm. Primero me jui con, este, con un era coronel de Huitzilac, se llamaba Jerónimo.
Capitán primero de caballería Gregorio García García, Santo Tomás Ajusco

Entrevista realizada por Alicia Olivera de Bonfil, el día 12 de noviembre de 1973, en Santo Tomás Ajusco, D.F. PHO-Z/1/21
https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

Por eso el gobierno, después, llegaba a una cañada y jallaban a los pacíficos, los mataban; y entons toda la gente se levantó a engruesar [engrosar] las filas de Zapata.
Coronel J. Camen Aldana Aragón, Tepalcingo, Morelos

Entrevista, realizada por Laura Espejel, los días 2 y 30 de marzo de 1974, en Tepalcingo, Morelos. PHO-Z/1/32
https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

…aquí las autoridades a mi hermano lo, lo apuntaron para llevarlo de leva cuando [Victoriano] Huerta, pero él cuando supimos eso, él se jue; como él se jue y lo perdieron de vista, me apuntaron a mí y me agarraron y me llevaron, pero me hui en la noche y me jui a otro día [ …] como nosotros no estábamos contentos con eso, ¿verdá?, porque se oía decir de que los soldados del gobierno los metían de montón, y los, los revolucionarios los acababan. Eso nos consta a nosotros porque lo mismo nos pasaba por aquí, por aquí todos los revolucionarios...

Teniente coronel Leopoldo Alquicira Fuentes, Tepepan, D.F

.

Entrevista realizada por Alicia Olivera de Bonfil, el 21 de julio de 1973, en Tepepan, D.F. PHO-Z/1/3
https://estudioshistoricos.inah.gob.mx/?page_id=4016

 

Estas voces de ex revolucionarios zapatistas nos hablan de diversas razones de incorporación. Sin embargo, con el paso del tiempo asumieron la causa agraria como la bandera principal de sus ideales.