Banner del texto 'Despilfarró todos sus dones: Jules Depaquit y la república fallida de Montmartre' de Jorge Flores, Blumpi

Retrato de Jules Depaquit, ilustrador y poeta que habitó las calles de Montmartre en el siglo XX.

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Ilustración de Jacques Depaquit en Revistas literarias modernas, Fondo de Cultura Económica, México, c. 1980, p. 21.

Una pintura de 1924, llamada La Maison Bernot, muestra a un grupo de personas que caminan sobre la Rue du Mont-Cenis, en peregrinaje rumbo a la basílica del Sagrado Corazón, en París, Francia. En la postal ―de la autoría de Maurice Utrillo― además del campanario de la iglesia, se puede notar un afiche pegado en una pared que menciona la Comuna de Montmartre y a uno de sus principales representantes, Jules Depaquit, inmortalizando con el detalle uno de los centros artísticos más inverosímiles de los que se tenga memoria.

Desde finales del siglo XIX, los bajos costos de los alquileres en la colina parisina atrajeron a una horda de personajes que dieron rienda suelta a la vida artística y, sobre todo, a la bohemia. Alrededor de botellas de licor, hachís y desenfreno sexual, se conformó la comuna el 11 de abril de ese 1920 tras una elección en la que compitieron seis distintas planillas, “una lista cubista, otra dadaísta, una salvaje, otra abstencionista y una antirrascacielista, siendo esta última ganadora”1.

La fórmula ganadora fue la representada por el ilustrador, dramaturgo (escribió libretos para puestas en escena de pantomima), poeta y humorista Jules Depaquit. Conocido por sus ilustraciones para compañías teatrales como el Moulin Rouge y el Moulin de la Galette, así como sus caricaturas para los periódicos satíricos Le Rire, Le Bon Vivant y La Baïonnette, Depaquit fungió como primer alcalde y dictador de la comuna. Como parte de sus acciones “gubernamentales”, declaró la separación entre la colina y el Estado y además “determinó como insignia oficial el sombrero de copa y los colores rojo y verde, en honor a su signo de reunión ‘el vaso de rojo’. También establece toda una serie de eventos y proyectos excéntricos como ‘la carrera de coches lentos’, la exposición de pintura ‘La Foire aux Croûtes’, la construcción de toboganes entre las calles o incluso la eliminación de la temporada de invierno”2.

Depaquit es un símbolo del artista bohemio, utópico y entregado lo mismo al arte que al hedonismo. La información disponible indica que su fallecimiento se dio el mismo año en que fue inmortalizado por Utrillo, esto es, 1924, el 11 de julio para ser más exactos, debido a una adenitis cervical que padecía. Sin embargo, una publicación mexicana indica una fecha distinta. En la revista literaria Número, editada por Guillermo Jiménez de 1933 a 1935, se recoge el acontecimiento en una nota firmada por el crítico André Warnod, donde se puede leer lo siguiente:

Jules Depaquit murió el 12 de julio de 1925, en Sedan, a donde llegó convaleciente, después de sufrir una larga enfermedad en un hospital de París. Sus amigos, que lo vieron ir, sabían que no regresaría jamás.

Sobre su carácter bohemio, Warnod resalta lo siguiente:

De los compañeros de su tiempo, de los que asistieron a las tertulias del Chat Noir y del Pere Revenaz, fué [sic] el único que siguió llevando la vida bohemia, a tal extremo, que parecía persona de otra época. La siguiente generación nunca pudo saber lo que era Depaquit, ni conocer la originalidad de su espíritu, ni la calidad de su ingenio. Jules fué siempre un original.

Sin embargo, apunta: “Jules Depaquit despilfarró todos sus dones, pero sería injusto negarle importancia a su obra”, lo cual coincide con las palabras de su colega Gus Bofa, quien en otra pieza incluida en Número escribe lo siguiente:

En una época en la que la sencillez se vendía a precio de oro en las galerías artísticas, cuando los tunantes marchands abrieron tiendas para vender falsas ingenuidades, el candor natural de Depaquit no pudo imponerse, le hizo falta un poco de astucia comercial para dar relieve a sus cualidades profundas.


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Ilustración de Jacques Depaquit en Revistas literarias modernas, Fondo de Cultura Económica, México, c. 1980.

El ejemplar de Número forma parte del libro Revistas literarias mexicanas modernas, disponible en la biblioteca personal José Luis Martínez de la Biblioteca de México, y el cual reproduce las páginas de Antena, Monterrey, Examen y la mencionada Número, en donde también se pueden encontrar las dos viñetas firmadas por Depaquit reproducidas aquí. Una, llamada “Au Lapin Agile”, es una candorosa estampa de una tarde bohemia en el cabaret parisino ubicado en la colina de Montmartre. La otra, “En la commune libre” lo muestra a él en todo su esplendor como alcalde-dictador de la comuna, rodeado, entre otros personajes, por Guillermo Jiménez, editor de Número, de quien se dice que gracias a su labor como diplomático llegó a París en 1921, “justo a tiempo para ver la decadencia de toda una época literaria y a la vez asistió al nacimiento de los ismos”.

1 Emilio Santiago, “La demolición del Sacré-Coeur se retrasa”, disponible en: https://psicogeografiadelahi.com/2022/11/27/la-demolicion-del-sacre-coeur-se-retrasa/

2 Patrimoine des bibliothèques de Reims, “Jules Depaquit (1869 - 1924)”, disponible en: https://www.bm-reims.fr/patrimoine/jules-depaquit.aspx?_lg=fr-FR



Jorge Flores, Blumpi. Periodista cultural, ilustrador y dibujante de cómics. Ha colaborado en revistas y suplementos culturales como Letras Libres, Replicante, Milenio (Diario, Semanal y Televisión), Tierra Adentro, Este País, Vice, Reporte SP, El Cultural, El Ángel, Frente, entre otros en los que analiza el cómic, la novela gráfica, el grafiti, la música y la cultura popular. Es el primer y único mexicano en entrevistar al artista underground Robert Crumb. Es coeditor de la revista Biblioteca de México.