Sobre pedazos de vidrio apunta a la experiencia de habitar un mundo caótico. Los poemas recorren la ciudad y el acto de la escritura. Cada página corresponde a una esquirla: lugares, personas o momentos que comparten la belleza de lo que ha sido fragmentado.
La forma de un poema
Le dices a esos hombres a la mesa que tu viaje es éste,
un objetivo en la ciudad,
un martirio para tus padres
que eres joven, que quieres escribir
y no sabes cuál es de verdad la forma de un poema
que repites frases favoritas de chicos que tuvieron otras
frases favoritas
que viajaron en metro, en autobús, en una línea paralela
que te deja una estación después
hablas de una frontera con la que no pudiste lidiar
con la que guardaste tus libros y los abandonaste a quien
te dio un peso de más
que está bien, que irse es mejor que aguantar el puerto
el mar
la sal
una canción de Shakira que te promete conocerás
en enero, claro
un hombre de cicatrices
y las vas a limpiar.
Por eso cantas, a la mesa
un hombre te toma, una vez, de nuevo otra
para hacer con tu cuerpo animalitos de plastilina
que mejoren tu métrica al verso
que no te permitan dejar caer la palabra en una mala
estrofa
que sepas terminar una estrofa
que sepas cuál es la rima abrazada
estás a la mesa
y le cuentas a los hombres que eres joven, que quieres
escribir
y no sabes cuál es de verdad la forma de un poema.
Oficinistas
Deberíamos de escribir un poema a la lluvia
de las seis o de las siete
o la lluvia de la hora de salida de los oficinistas
y de las muchachas que llevan tacones al trabajo,
a la casa, al metro y al autobús.
Decir en él que hay un Dios enojado con este gremio
que se retira a esperar el purgatorio de los vagones,
de los cambios de una línea a otra,
del infierno de las inundaciones y los ambulantes.
Y escribir sobre el segundo decisivo de las puertas que se
cierran.
Escribir también esta agua que se inunda de sí misma,
dispuesta a llenar la boca de las muchachas cansadas,
a tocarlas con ese pétalo desprendido de las gotas.
Y regresar a casa, repletos como palabras,
que de tanto pronunciar quedan prendidas a
otro universo,
el de lo desconocido y lo nuevo.
Melinna Guerrero, escritora y editora. Licenciada en letras hispánicas por la Benemérita Universidad Autónoma de Aguascalientes. En 2020, obtuvo la mención honorífica del Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri con la obra titulada Historia de nuestra palabra. En 2016, el Premio Nacional Universitario de Poesía Desiderio Macías Silva, así como el Premio Nacional de Narrativa Elena Poniatowska, 2014. Poemas suyos han sido traducidos al ruso. Es autora del libro Sobre pedazos de vidrio (Círculo de Poesía, 2022). Actualmente es jefa de redacción de la editorial Artes de México. Fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en la disciplina de poesía.